lunes, 9 de julio de 2018

Ponchera de palabras, dichos y refranes



                                             NUEVA SECCIÓN DEL BLOG

                                      Ponchera de palabras, dichos y refranes del pacífico

Iniciativa inspirada en el libro de Miguel A. Caicedo Mena
El castellano en el Chocó (500 años)

Vean vé preparen el rodete, que se viene la ponchera de palabras, dichos y refranes del pacífico colombiano. Vamos a llená esa ponchera de cultura, de vocabulario, a recordá cómo era que hablaban nuestros abuelos y cómo hoy en día seguimos hablando.

¡Carguémosla!

A merio no má escucha uno unas habladas, unas decideras, ¡ay maunífica creo en Dios padre!, que se queda frío sin sabé que decí, y yo le pregunto ¿a son de qué se va a quedá con esa duda?, venga, llenemos esta ponchera y va a vé que no le pasa otra vez.

Aí ta pues

Iniciemos hoy con...

Historia rimada: mi rodete


¡Ay manita, manitica, prestame ahí tu rodete!
¡Que me va a matá esta ponchera, ay movete!
Yo te lo devuelvo cuando lleguemo allá a Ichó
Te invito a sopa de tres carne con queso y pacó

¡Ay esta muchacha, este rodete no presto yo!
Fue mi marido José Eliberto quien lo enrolló
Con una camisa vieja que tiene su aroma
Y me lo entregó él mismo, hoy en persona

Sin embargo, te regalo esta blusa vieja mía
Que tu ponchera va hoy más liviana todavía
Es que aroma de marido mata hoy a comadre
Este rodete ta lleno de amor de su compadre


Rodete: trapo, tela que se envuelve, enrolla y se monta en la cabeza para alivianar el peso de algo.

Autora: Dayana Zapata Flórez



martes, 19 de junio de 2018

HISTORIA RIMADA: Miningá




HISTORIA RIMADA: Miningá














Luz Felicidad Cuesta Asprilla, dice en mi registro
¿usted ha escuchado mejor nombre o lo ha visto?
ese me lo puso mi abuela que en paz descanse
cuando andaba todavía en sus años de romance

Y si se diera por enterada del apodo que hoy llevo
se levantaría de la tumba con bastante revuelo
pero hablando a calzón quitado, yo pienso diferente
hay que ser tolerante, a las ocurrencias de la gente

Miningá, Miningá, que estás mininguiando ahí
escucho al que pasa entre burlas decime a mí
yo apenas me les río y sin prestarles mas atención
sigo en lo que estoy haciendo, sigo en mi son

Vean vé no me disgusta, porque tienen razón
 y esperen les explico pa´ su total comprensión
cuando voy a comé algo, lo hago en forma lenta
y ahí es que toda la gente se pone dizque atenta

Primero siento su aroma, mi olfato no se ha cansao
distingo inmediatamente los ingredientes usaos
sé con certeza mi gente si el plato está bien cocinao
si algo de más o menos la gente al plato le ha echao

Luego, yo establezco un profundo contacto visual
ojo con plato, plato con ojo, ¡cosa que no es casual!
miro el color, la forma, en sí misma su estructura
si se denota pureza, rareza o más bien frescura

Acto siguiente, escucho lo que dice por ahí el viento
cuando roza el plato, y con él sale al encuentro
o examino en forma cuidadosa si empieza a llové
porque a veces ese sonido también me deja sabé

Y para concluir todo este sigiloso y variado proceso
llega la mejor parte, el paladar disfruta bien esto
mi boca, y sobre todo mi lengua entran en acción
y degustan libremente el manjar a continuación

Así que me han apodado Miningá, mininguiadora
mininguita, Mininga, y sí, soy del miningueo gestora
Prefiero comeme algo despacito y sentilo a profundidad
Que comé bien rápido, mal y quedá yo descompletá

Por eso cuando le griten que anda mininguiando
Recuerde a Luz Felicidad que esto le está contando
Tenga perrengue y reconozca que le gusta el miningueo
¡Ay mi gente me despido, y por ahí luego los veo!

A palabras necias, oídos sordos
Aí ta´pues

Autora: Dayana Zapata Flórez

 Imagen real de un delicioso almuerzo que me ofrecieron unas personas muy especiales en el Valle-Bahía Solano. A ellos, muchas gracias. Ese tipo de manjares son dignos de miningueo. 



sábado, 24 de febrero de 2018

HISTORIA RIMADA: El Duende que no era Duende


El  Duende que no era Duende




Déjenme rociá agua bendita y podeme persigná
Porque yo hoy este bororó, todito lo voy a contá
Que quien busca encuentra, bien dicen por ahí
Vean vé y a todas estas, ¡yo sí creo que es  así!

Y aclaro, protagonista no soy yo de esta historia
La de la calentura y arrechera fue mi prima Gloria
Que por andá buscando, lo que no se le ha perdido
Acabó en un sambapalo allá, con el compadre Piro

Todo esto lo  escuché hoy en la plaza de mercado
Mientras estaba desayunando un delicioso tapao
Me tocó hacelo a un lao, pa´ podeme concentrá
Porque un solo detalle, a mí, no se me iba a escapá

Resulta que a Evelino Piro oriundo de Pacurita
Le sucedió una cosa extraña, hoy por la  mañanita
Cuando venía caminado de por allá hasta Quibdó
Pa´ vendé sus badeas, guayabas, piñas y almirajó

Les dejo aquí esta historia, que ya se sabe en Istmina
¡Sus creo en Dios  padre, se me puso la piel de gallina!
Y en palabras de Evelino, escuche usted mejor la cosa
Que con tranquilidad y sabor el mismito Piro esboza

-Ya venía cansaro y surando a mitad de camino
Sentame bajo una sombra, fue la idea que se me vino
Y miré un palo de guama, que estaba bien frondoso
Y dije, aquí está bien bueno, aquí mismo me reposo

Luego sentí un olor a primitivo cocido y guacuco
Y vi la olla corgando, desde el palo con un bejuco
Me fui quedando sonso y me fue dando tontina
Pensé en gritá, porque por ahí cerca hay una mina

Pero en medio del mareo, vi algo con el rabo del ojo
¡Ay es que primero cae un mentiroso que un cojo!
Mi gente y como maña vieja se sabe que no es resabio
Me hice dizque el asustaro, pero lo que soy es sabio

Me escondieron el sombrero, la catanga y el machete
Pero me dije a mí mismo, el desesperao  hacete
Luego salió una mujé, de un guarengue por el monte
Y vaya sorpresa mía, dizque era la madre monte

Llena de ramas secas y hojas de diferentes tamaños
Me dijo con voz pausada y haciendo ruidos extraños
-Mirá pues duende, yo soy tu nueva dueña y señora
Y vos me vas a obedecé y amá  a partir  de ahora

Todas las riquezas que tenés, a mí me las vas a dar
Y me vas a enseñar los secretos de todo este lugar
La supuesta madremonte, ya iba a seguí hablando
Y  yo sí le dije lo siguiente pa ´no seguila escuchando

-Vevé esta muchacha, cuando vos ibas yo ya venía
Buscá tu coteja, dejá  tu acelere, ´tas joven todavía
O sea que querés enredá al mismísimo duende
! Ay Dios no quiera y sea él, que primero te encuentre!

Me has confundido esta niña, yo soy es Evelino
Y a todas estás creo que me tenés hasta de Vecino
¿Vos no sos es la hija de mi comadre Doña Celestina?
La que vende guacuco, sardina y hasta guabina…

Infiero que porque  me viste bajito y usando sombrero
Pensaste que yo era el duende, no, no soy ese caballero
Mirá Gloria, seguí tu camino y dejá de andá inventando
Respetá el monte, que mejor la tentación  viví evitando

De sopetón la muchacha bien iracunda interrumpió
Y de badulaque, mentiroso e insensato me trató
Que ella sí era la madremonte y que yo un impostor
Y como con la razón no se pelea, la dejé en su error

Vi que arrimó una champa al borde de la quebrada
Con un señor de sombrero, que reía a carcajadas
Que con la mano derecha la invitaba dizque a vení
Y apena escuché que ella dijo, yo pa´ allá no voy a dir

Salió corriendo y temblando la pobre de mí se agarró
Me tocó traela arrepentida y llorando hasta Quibdó
La salvó que siempre cargo mi poquito de agua bendita
Sea lunes, domingo, de noche, de tarde o de mañanita

Y sin más, así terminó Don Evelino Piro la historia
Que le sucedió a mi prima hermana Maria Gloria
A quien por experiencia propia le tocó aprendé
Que con cosas de duende y madremonte es mejor no jodé

Y como dijo Don Evelino Piro Mosquera...
Más sabe el diablo por viejo, que por diablo
Y como decía mi abuelo…
Machete no es hacha mi gente

Imagen del duende tomada de Internet


Autora: Dayana Zapata Flórez

martes, 9 de enero de 2018

HISTORIA RIMADA: LA DUDÚ



La Dudú

Dicen que el amor llega en cualquier momento
Como aguacero chocoano, ¡no es invento!
Llega lleno de sonrisas, picardía y coqueteo
Y atrasito vienen uniditas las pasiones y deseos

¡Ay veanvé eso es darse al otro enteramente!
Olvidando el pasado y viviendo el presente
Y entre amorcito por aquí y amorcito por allá
Cuando menos cree uno se dejó enamorá

Se entrega uno con todo lo que tiene en el alma
Como remo a canoa, como coco a la palma
Como banano al sancocho, como leña al fogón
Como sardina al anzuelo, como sal al marañón

¡Ay, pero eso pensaba, hasta antesito de ayer!
Que pasó a mi lado Baudilio Pérez y su exmujé
Y en su descaro se hizo el que no me había visto
Pero yo todo ese engaño ya lo tenía era previsto

Me quedé observando y analizando el asunto
No había presenciado tanto alboroto junto
Estaba el parque lleno y la gente a la expectativa
Y la exmujé de Baudilio con la actitud más altiva


No proferí palabra alguna, ni en algo me inmuté
Porque yo a ella la conozco de por los lados de Beté
Y es el tipo de persona que fácil no entra en razón
Así que seguí mi camino sin prestarle más atención

Pero como algo tiene el agua cuando el cura la bendice
No sirvió el caso omiso que a la situación hice
Y esa mujé con porte de fiera en la calle se paró
Y con gestos y gran alarde lo siguiente refirió

-“Vevé Lorenza… decí esto mucho me complace
¿Si sabías que lo nuevo place y lo viejo satisface?
Vos creíste que te iba a quedá con mi marido
Y que a mí me iba a dejá en el completo olvido

Ahora me imagino como te carcome la envidia
Y lo mucho que mi felicidad a vos te fastidia
¡Ay es que nadie sabe para quién trabaja!
Siento mucho que conmigo se quedara...

Y así siguió la señora profiriendo una y mil palabras
Pero a cada quien le toca el destino que se labra
Y muy a mi pesar la tuve que poné en su lugar
Porque ese tipo de cosas no se pueden dejá pasar

-¡Cuidado Ernesta, que la sal no siempre dice yo salo!
Y a veces el que menos creemos resulta ser el malo
Y como el mico no siempre sabe en qué palo trepa
A todos tus comentarios les voy a dar yo respuesta

Mujé de Baudilio fui, dos años después de vos
Cuando andaba enfermo de paludismo y de tos
Cuando estaba bien raquítico por tu mal cuidado
Y está así repuestico por el amor que le he dado

Sin embargo; eso no lo estoy echando en cara
No es culpa mía que a viví conmigo él se animara
Y contrario a todo lo que venís hace rato comentando
Voy a contate verdades pa´ que te vas informando

Hubo tiempos atrás en que me estuvo persiguiendo
Alegando no ser feliz, pa´ que me vas entendiendo
Salía disque a buscá, llantén, siempre viva, y anamú
Y era excusa pa´ pretendeme por allá en la dudú

Ahora bien, si él decidió volver a vivir con vos
Con todo y lo que profesa lo mala mujé que sos
No hay mal que por bien no venga, dicen por ahí
Así que medí tu cuarta y dejá tu sisirí por mí

A partir de hoy sacame mas bien de tu bororó
Y ojo que el palo de guama, no es el de borojó
Así como el caimito es bien diferente al pacó
Y la patasola, y la llorona diferente al Mohan de Ichó

Es decir…no cantés todavía manita victoria
Averiguate primero quién es Nuria y Gloria
Celia, Nubia, Maria Clementina y Sol María
Ofelia Pérez, Rosa Palacios y también Sofía

Así que al que llevás con orgullo hoy de la mano
Lo encontrás en la dudú todos los días temprano
Y el anamú lo apodan, por sus muchas conquistas
Y te agradezco el ayudame a salir de esa lista

A la señora Ernesta de Pérez, se le quitó lo fiera
Y entendió que no se metía con cualquiera
Mientras Baudilio en un santiamén se escabulló
Y dicen que ahora conquista es en Opogodó


Y como dicen por ahí...el que está quieto se deja quieto. 

Historia rimada: La Dudú
Autora: Dayana Zapata Flórez

miércoles, 22 de noviembre de 2017

LA SOPA DE QUESO-Un homenaje a la sazón de la mujer chocoana



LA SOPA DE QUESO
Un homenaje a la sazón de la mujer chocoana



Doña Bertha María Susana Flórez Flórez
Hija de Limbanio Flórez y Doña Dolores
Tiene una finca por los lados de Raspaurita
Heredada por sus abuelos a ella y a sus hermanitas.

Nació y creció entre ríos y quebradas
Con las bondades de la naturaleza brindadas
Sus abuelos le enseñaron a sembrar y cultivar
Y la tierra con respeto trabajar.

De pequeña aprendió a pescar con anzuelo
Buscaba lombrices en el barro, en el suelo
Pescaba en la quebrada lele y sardinas,
Barbudos grandes y guabinas.

Su abuela tenía una sazón maravillosa
Y  le enseñó desde pequeña cada cosa
Que la mejor comida se hace en fogón de leña
Y que ese sabor del alma se adueña.

En el patio de su casa tiene una azotea
Que esparce muchos aromas cuando ventea
La cuida con buena hojarasca y buen junco
Tiene orégano, poleo, albahaca todo junto.

Un día preparó una sopa de queso
Con unos pedazos ricos y gruesos
Había desarrollado una receta especial
Y con las hierbas le daba el toque final.

¡Ay esa sopa olía desde Raspaurita hasta Quibdó!
Desde Juradó hasta Lloró
Desde Acandí a  Belén de Bajirá que, ¡sí es Chocó!
Y desde Nuquí, hasta Neguá.

El olor de la sopa bien lejos llegó
Dicen que hasta la oficina del Gobernador
Quien movilizó de inmediato a su gente
Para que encontraran la sazón urgentemente.

Decían en la Fiscalía, la Procuraduría
Después en la Policía y hasta la Contraloría
Que estaba alborotado todo el Chocó
Por una sopa de queso, ¡imaginate vos!

Que la olieron a orillas de Docampadó
En Río Quito, Opogodó y Truandó
En Pepé, Sipí,  Cucurrupí
En Rio Sucio, Tagachí y Napipí.

La noticia llegó a oídos del Presidente
¡Y les aseguro que esta boca no miente!
La cosa se volvió un asunto de estado
Y el chisme estaba regado por todo lado.

Que el olor de la sopa devolvía el aliento
Viajaba por trochas y los ríos con el viento
Tuvieron que mandá al Chocó una comisión
Pa’ que hiciera la respectiva averiguación.

A Doña Bertha, la entrevistaron en  televisión
En la radio también hizo su intervención
Y decían los titulares de los periódicos
Que ese era un acontecimiento histórico…

Que la sazón de la negra Bertha Flórez
Era de Colombia, una de las mejores
Y ya hasta en los banquetes del senado
Se servía sopa de queso y atollao.



Autora: Dayana Zapata Flórez

jueves, 26 de octubre de 2017

HISTORIAS DE UN LANCHERO





HISTORIAS DE UN LANCHERO


Cuenta un lanchero dueño de una lancha
Marido de Ofelia Mena, la de cintura ancha,
Cosas bochornosas sin precedente alguno
Como la que le pasó a su compadre Bruno…

Con tantas historias escuchadas a diario
Mañana en la iglesia compro mi rosario,
No vaya a ser que el pecado se me unte
¡Con tanto alboroto, con tanto arrejunte!

Eso expresó el lanchero y yo solo me reía
Sin tener ni  idea de lo que éste contaría,
Porque agua abajo se oyen tantas cosas
Algunas prudentes y otras escandalosas.

Vivió el mismitico penosas y extrañas historias
Que algunas no cuenta por razones obvias,
Y aquí les dejo la historia de su compadre
Que en el pueblo la recita hasta el mismo padre.

Mientras preparaba el motor, comenzó a contar
Con una indignación evidente al hablar…
-Y es que el compa Bruno se armó de paciencia
Y actuó fue con mucha cordura y elocuencia.

Porque yo a ese mequetrefe y descarao
De un zapatazo lo hubiera era allá  tirao
A las sublimes aguas de mi lindo Atrato
Para que pasara pues su buscao mal rato.


Y es que aún existe la enfermedad de la cordura
Porque lo que yo tengo ya es mucha locura,
No aguanto ofensa alguna a mi hombría
Ni tolero en mi cara una trágica cobardía.

No siendo más aquí les entero del suceso
Y que todo caiga por su propio peso,
Juzguen ustedes esta vil incorregencia
Que sucedió y saque pues su inferencia.

Contó que un “señor” vestido de corbata
Un día cualquiera bien metió la pata,
Quedó como un petulante y orgulloso
Y formó fue un relajo el muy impetuoso.

Se montó en la lancha vestido de blanco
Y trajo de su casa dizque un buen banco,
Que en esas tablas no se iba él a sentar
Que por favor se le hiciese mucho respetar.

Que era primo del señor Alcalde de Quibdó
Dueño de fincas por los lados de Tadó,
Que cómo era posible que se le ofendiera
Ofreciéndole esa tabla, ni que otro fuera.

Que ese banco se lo hicieron en Panamá
Con madera importada desde Canadá,
Que era su  diseño único en el mundo
Decía bien desdeñoso ese vagabundo

Cuenta mi compadre que se puso a reír
Y algunos pasajeros de la ira se querían morir,
¿Y el Doctor quiere una lancha digna de él?
Gritó por allá con disgusto Doña Raquel.

Bien pueda y se baja no se vaya ensucía
Reprochó Donilda desde por allá,
Perdón Doctor por tan descarada  impureza
Que en nada contraste con su  limpieza.

¿De pronto no trajo un poquito de cloro?
Pa´ lavá la lancha y que brille como oro,
Dónde está el banco le hacemos un altar
Para que se haga Dios y empiece a juzgar.

Cuidado y se le mancha su sutil pureza
Y todo lo que lo adorna que es belleza,
La ropa de lino, que se ve bien fina
Pero ese traje lo vio hoy donde Ernestina.

Que si no estoy mal lo tenía en promoción
Porque la camisa estaba sin un solo botón,
¡Claro!, ese es el mismito traje que arreglé
Porque tenía hasta el cierre bien al revés.

Y a todas estas… yo a vos te conozco
Es que en la cara bien te reconozco
Ah ya se… vos sos ese  mismitico manito
El que formó el alboroto allá en Rio Quito…

La señora se disponía a seguir hablando
Mientras la lancha iban desatando,
De pronto el Doctor que estaba sudando
Temblando comenzó tartamudeando.

Mi, mi, re se, se ñora, espere usted un momento
Déjeme aclararle que mucho lo siento
Yo no soy Doctor, yo soy Casimiro
El hijo perdido de su compa  Emiro.

Voy viajando es hoy  para Villa Conto
Y espero a mi padre conocer pronto,
Lo del banco yo lo dije era por bromear
Lo traigo de los lados  de Manungará.

Solo quería hacerlos pues yo mucho reír
Y sentado en mi tabla es que voy a ir
Así que por mis palabras pido yo perdón
Le pido no le comente a mi tío Ramón.

Apenas yo llegue, ahí me quito el traje
Y se lo devuelvo al regresar del  viaje
También los zapatos que son de su hijo
Y la corbata, todo eso, el pobre dijo.

¡Ay mi compa Bruno mucho se reía!
Al recordar la imagen que a él venía
De aquel muchacho que achicopalado
Se sentó en su lancha bien acobardado.

Pobre Casimiro  a las malas comprendió
Y es que  la vida su buena lección le dio
Y así le tocó aprender sin ningún enojo
Que más rápido cae un mentiroso que un cojo.

Que hay por el mundo que andar con humildad
Porque no sabe uno donde vaya a templá
Y como dice el otro dicho, si escucharlo quieres
Que a donde fueres mejor has lo que vieres.


Escrito por Dayana Zapata Flórez





Bajo la sombra de un Almendro

Bajo la sombra de un almendro sucedió esta historia que por protagonistas tiene a Rosa Helena y a Gloria, se chorreaban sobre el...